¡ESPERA, TODAVÍA NO CORTES!

Probablemente es una de las cosas de la que menos se percata una mujer cuando va a dar a luz. Y es que definitivamente, lo más importante en esos momentos  es saber que su bebé está bien, escuchándolo llorar y queriendo verlo ya. Pero hay algo que sucede en segundos entre el nacimiento y el primer contacto con la madre, un acontecimiento que podría tomarse a la ligera pero que influye muchísimo en el bienestar del bebé a largo plazo.

 

Antes del nacimiento, el cordón umbilical y la placenta son el medio a través del cual el bebé recibe oxígeno y nutrientes. Cuando el niño nace, sus pulmones se llenan de aire y la sangre comienza a fluir a través de ellos. Al cambiar de sistema respiratorio, los vasos sanguíneos del cordón se cierran por sí solos y dejan de latir: se ha producido el bloqueo natural del cordón, y ahora el bebé ya no necesita ni la placenta ni el cordón. Es el momento en que se puede cortar el cordón con seguridad, porque la naturaleza ya lo ha bloqueado: esto nos asegura que el bebé ya no obtendrá nada a través suyo. Pero antes de eso, antes de que el niño dé su primera bocanada de aire, la naturaleza se asegura de que al cerebro del bebé no le falte oxígeno ni por un segundo. ¿Cómo lo hace? Mediante una transfusión de sangre que viaja desde la placenta, a través del cordón, hasta el niño. 

Una demora de aproximadamente 2 a 3 minutos permite una “transfusión” de sangre de la placenta al infante de 35 a 40 ml de sangre por kg de peso

  • Cantidad de hierro en esta “transfusión placentaria” para un bebe de 3.2 kg al nacer con Hb de 17 g/dL:  75.5 mg Fe
  •  75 mg podría cubrir la necesidad diaria de hierro del infante (0.7mg) por aproximadamente 3.5 meses

De esta manera, se puede prevenir uno de los problemas de salud pública que más afecta a la población infantil: la deficiencia de hierro y anemia, las cuales pueden tener efectos negativos a corto y largo plazo, y posiblemente no reversibles, en el desarrollo  mental y motor de los niños.

Entonces, una vez que nace el bebé, se procederá a secarlo y estimularle para que llore. Luego se debería esperar que el cordón deje de latir para cortarlo y mientras tanto el bebé podría estar en el pecho de la madre (contacto piel a piel).  

 

El pinzamiento tardío del cordón umbilical es una práctica segura, eficaz, sencilla, y sin costo que mejora el estado nutricional  del infante, con posibles efectos en el desarrollo mental y motor.

 

Obst. Jennifer Lihim

fem-vital@hotmail.com

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