PORQUE YO LO DIGO...

Hace unos días, conversando con una mamá, me comentaba que la doctora que ahora controlaba su embarazo era como la quinta especialista que la había atendido. ¿Por qué? Pues resulta que ella junto con su esposo, querían recibir una buena atención y por ello tuvieron que cambiar constantemente de médicos.

 

¿Era necesario? ¿Qué acaso todos los profesionales no han sido formados para brindar una buena atención médica? 

 

En todo caso, no se trataba de buscar al “mejor médico” o al que “sabía más”, pues probablemente todos dominaban el tema.

El punto era que ellos buscaban una atención en la cual se puedan sentir seguros, una atención en la cual se sientan libres de preguntar y obtengan respuestas claras, 

una atención en la cual no haya ningún problema en expresar lo que se piensa sin temor a recibir críticas por parte del profesional (al ser éste quien sabe más y no los pacientes) y que, por lo tanto, no había forma de cuestionar sus decisiones. Y sobretodo tratándose de una etapa en la cual hay muchas dudas, y a veces mucho miedo, por tratarse de una experiencia muy emotiva y muy relevante para la madre. Y aquí nada tiene que ver si la institución es pública o privada. En ambos lugares encontramos profesionales de salud que al parecer no disfrutan o no tienen muy claro el hecho de que una gestante no es una enferma más.

Hace años la mujer vivía su embarazo de manera pasiva. Su médico tomaba las decisiones y ella las acataba sin preguntas ni explicaciones. No es extraño entonces que el planteamiento de elegir especialista fuera impensable. Al fin y al cabo, “qué más daba uno que otro”.

 

Hoy en día las cosas han cambiado mucho: además de buscar un buen médico, la mujer quiere que se le dedique tiempo y atención en cada visita y que le transmita tranquilidad, estableciendo una relación de confianza con el especialista. Hoy en día, las madres están muy informadas y esto es importante, sobretodo cuando se van a tomar decisiones respecto a su embarazo y parto. El simple hecho de preguntar respecto a las alternativas que se puedan tener cuando la decisión que se toma no siempre es la que se espera, serían fundamentales para determinar el rumbo del nacimiento del bebé. Aclaren dudas, pregunten, cuestionen las alternativas, den su punto de vista y emitan opiniones, pues están en todo su derecho de ser informadas por su bien y por el de sus bebés.

 

Obst. Jennifer Lihim

Escribir comentario

Comentarios: 0