¿POR QUÉ SE LO LLEVARON?

Imaginemos esta situación: Ana con casi nueve meses de embarazo, sola en medio de un bosque por la noche. Lleva un par de horas con contracciones. En unas horas más tiene deseos de pujar. ¿Qué creen que haría o qué harían ustedes? Las ganas de pujar resultan ser intensas y no le va a quedar otra que pujar. ¿Cómo lo harían? ¿Se quedarían de pie? ¿Se acostarían? Probablemente Ana haya tenido que buscar un lugar más o menos seguro, luego  podría adoptar alguna postura cómoda para pujar. 

Así lo hace y su bebé nace en unos minutos. ¿Y ahora? Su bebé llora inmediatamente y todo indica que se encuentra bien. ¿Qué hacer entonces? ¿Qué hacemos con el bebé? ¿A dónde lo llevamos? ¿Dónde estará más seguro si Ana se encuentra en un campo abierto? ¿Lo llevamos bajo un árbol y lo dejamos ahí? Ana tampoco sabe qué hacer ni a dónde ir. No tiene tiempo de pensar y no necesita hacerlo. Su instinto le dice que su bebé no podrá estar en un lugar más seguro que cerca a ella, así que lo coge, así desnudo, y lo coloca en su pecho. No necesita más, el calor de su cuerpo será suficiente para protegerlo del frío y la leche de su pecho podrá alimentarlo. 

 

Si nadie nos dijera lo que tendríamos que hacer durante y después del parto, seguro que encontraríamos la forma de hacerlo solas y seguro que además, haríamos lo mismo: buscar un lugar seguro y tranquilo para poder parir y luego cada madre no se separaría de su bebé por nada. Es lógico, no se necesita ningún estudio para demostrarlo. Un bebé tan pequeño que ha permanecido varios meses en el interior del cuerpo de su madre va a querer volver ahí para sentirse tranquilo y seguro. ¿Por qué separarlos? Me referiré sólo a este momento. En la práctica me he topado con varias clínicas en las que separan a los bebés casi de forma inmediata y por un buen rato y por razones que ni siquiera tienen que ver con complicaciones. "Para que regule su temperatura" me dijeron una vez; y mientras tanto, el niño en una cunita cubierto con una mantita y con un foco cerca a él como fuente de calor. En la tarjetita que lo acompañaba, tenía sus datos: parto vaginal, peso y talla adecuados, examen inmediato adecuado, y sin embargo, en una cunita dentro de una habitación "para que regule su temperatura" cuando la mejor fuente de calor que existe es el calor que emite el cuerpo de su madre, entre tantas otras cosas. Entonces, ¿por qué separarlos?

En el Perú, existe la Norma Técnica de Salud para la Atención Integral de Salud Neonatal en la que se especifica claramente el procedimiento para realizar el contacto piel a piel. Sin embargo, esto no siempre se cumple. Y en los casos en los que se realiza, generalmente es por un tiempo extremadamente corto (5 minutos).

 

Lo que yo siempre recomiendo es que pregunten en las consultas sobre este procedimiento: si lo hacen o no y por cuánto tiempo, para que puedan dar a conocer sus requerimientos y qué tan posible es poder realizarlo por más tiempo. No lo hagan por la norma, no lo hagan por todos aquellos documentos que reportan los muchos beneficios, háganlo porque la lógica y el corazón les dicen que no habrá lugar más seguro que el contacto directo con la madre.

Obst. Jennifer Lihim

(fem-vital@hotmail.com)

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