¿LAS CLASES NO SIRVEN?

Sucede muy a menudo que luego de realizar clases prenatales con alguna mamá, el parto termine en cesárea. La pregunta es ¿entonces las clases no sirvieron de nada?

 

 

Empezaré por comentarles un poco sobre el desarrollo de las sesiones. Son 5 en total: la primera en la que se desarrolla todo lo relacionado al embarazo. La segunda y tercera que tienen que ver con trabajo de parto y parto. La cuarta sesión sobre lactancia materna y la última sobre cuidados del recién nacido. Y cada una de ellas acompañada de ejercicios, técnicas de respiración, posturas, etc. De estas 5, son dos las sesiones que se dedican a trabajo de parto y parto. Es decir, la preparación no es netamente para un parto vaginal aunque de hecho es uno de los objetivos de estas clases.

 

 

¿Para qué más sirven entonces?

Resultaría sencillo para mí acudir con una mamá un día y repetirle un texto memorizado de lo que sé, para luego irme y hacer lo mismo con otra mamá al día siguiente. Pero desarrollar estas clases, no sólo significa "enseñarles" algo que sé, ya que sino estaríamos hablando de una clase de matemáticas, en la que el profesor te dice que 2 x 3 te dará un resultado único y siempre será así. Estas clases o sesiones, como prefiero llamarlas, implican una serie de cosas mucho más relevantes que el simple hecho de "enseñar" algo. Implica también conocer a las madres, conocer sus dudas, sus temores, sus preocupaciones, resolver interrogantes que incluso en la consulta no se pudieron tocar, dejar que expresen sentimientos, emociones y cualquier otra cosa que deseen compartir conmigo. Implica además conocer su entorno, sus estilos de vida, y de alguna forma contribuir a que puedan mejorarlo no sólo para el parto sino también para todo su embarazo y toda la etapa postparto.

 

¿Y si el parto terminó en cesárea, para qué sirvieron?

 

Pues en la primera sesión recalco la importancia de vivir un embarazo tranquilo para garantizar al bebé un entorno adecuado durante su desarrollo intraútero. Conocer en qué casos la indicación de cesárea es justificada y en qué casos no. Que lleguen informadas a ese momento y puedan sentirse tranquilas y seguras. Incluso con una cesárea, enfatizar en la importancia que es garantizar el contacto piel a piel con la madre y si no es posible, con el padre. Que a pesar que la lactancia inmediata se retrase por el tiempo que demora en que la madre se recupere luego de la cirugía, no se descuide en ningún momento ya que aplazarla interferiría con su mantenimiento a largo plazo. Y que, por último, si se llegara a interiorizar lo trascendental de un parto, éste sería un mensaje que se podría transmitir a los hijos. Y que habiendo tenido una cesárea, no resultaría una condición para que en futuros embarazos también lo sea.

 

Al conocer a una mamá por primera vez, tampoco sé en qué terminará su parto. Lo único que sé es que ellas merecen saber cómo funcionan sus cuerpos y guiarlas u orientarlas para atravesar cada etapa de la mejor manera. Algunas lo lograrán mejor que otras y eso depende de ellas mismas.

 

 

En conclusión, cualquier tipo de preparación, cualquier aprendizaje que podamos obtener, cualquier información que nos pueda llegar, será útil en función de cómo lo vayamos a emplear. Podemos dejarlo ahí, como un recuerdo de lo que alguna vez nos dijeron pero también podemos utilizarlo en un futuro, si la información fue importante, y no sólo con nosotros mismos, sino también difundirlo con quienes puedan necesitarla.

 

Nota: Recuerdo a estos padres con quienes realizamos todas las clases pero su parto fue por cesárea. Aún así, me siguieron contactando por 3 meses más, realizando sesiones que tanto ellos como yo disfrutábamos, generando un espacio donde poder conversar sobre lo que les estaba ocurriendo y utilizando técnicas para poder relajarse.  

 

Obst. Jennifer Lihim

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