PARA APOYAR A UNA MADRE QUE AMAMANTA DEBEMOS...

Cuando hablamos de lactancia materna, ponemos nuestra atención principalmente en la madre pero, ¿qué hacemos el resto?

 

Y para responder esta pregunta, sería importante definir la palabra 'apoyo' para entender mejor el rol que nos tocaría desempeñar en estos casos.

 

 

Cuando hablamos de apoyo, también nos referimos al soporte, sostén, ayuda, amparo, defensa, auxilio, protección, socorro, aliento y mucho otros sinónimos que refuerzan la idea de brindar las herramientas necesarias para promover que una persona continúe realizando determinada acción.

 

Para el caso específico de la lactancia, también hay muchas formas de apoyar a las madres, teniendo en cuenta que cada etapa por la que atraviesan es muy distinta y, por lo tanto, también será distinta la manera en la que podremos intervenir.

 

 

Y entonces lo lógico sería restringir el apoyo a la etapa de lactancia, es decir, desde que nace el bebé hasta que generalmente cumple uno o dos años, que es el tiempo que la Organización Mundial de la Salud recomienda a la lactancia de forma exclusiva como complementaria. Pero esto sería limitarnos a un corto tiempo sin considerar todo lo que se podría hacer desde muchísimo antes.

Para apoyar a una madre que amamanta debimos primero habernos fijado en ella cuando era niña. Pues resultaría extraordinario que esta niña haya podido ser amamantada primero y que luego haya podido ver a sus hermanos menores ser amamantados por su madre. De esta forma estaríamos logrando que esta niña crea en la lactancia como un mecanismo natural y esto podría aplicarse e incluso verse reflejado en sus momentos de juego (desechando un poco la idea de que los bebés se alimentan sólo con biberón).

Luego esta niña crecerá y años más tarde entrará a la adolescencia y con ello, el desarrollo de sus órganos sexuales. Y es aquí donde tergiversamos la información de los mismos, sobretodo cuando estos adolescentes se ven sumamente influenciados por los estereotipos que la sociedad junto con los medios nos han impartido sobre el cuerpo de la mujer. Y entonces, esta chica se empezará a preocupar por ciertas medidas de su propio cuerpo y por mejorar la estética, olvidando por completo la razón principal del por qué estos órganos se están desarrollando. 


Para apoyar a una madre que amamanta, debimos haberle enseñado primero la verdadera función que cumplen las mamas durante su desarrollo al iniciar la pubertad y adolescencia.

Algunos años después, esta joven que ahora ya será adulta,  podrá quedar embarazada. Y este será el momento clave para apoyarla aún más. Y no necesariamente  esperar que tenga a su bebé, porque cuando ese momento llegue, existirán otros miedos e inseguridades que tendrá que resolver y entonces la lactancia será una más, obligándola a resolverlo como pueda, sin prestarle la atención debida producto de la demanda de tiempo y energía de su bebé recién nacido.

Para apoyar a una madre que amamanta debimos haberla apoyado durante todo su embarazo, brindándole información de calidad sobre lactancia materna, tocando este tema durante las consultas médicas (que rara vez ocurre), preparándola física y emocionalmente para que llegue al momento de su parto muy segura de su capacidad de parir y amamantar a su bebé desde el inicio.

Y ya, finalmente, cuando el bebé haya nacido, la información será lo de menos. Para este momento una madre no quiere aprender sobre lactancia, para este momento una madre quiere solucionar rápido sus problemas de lactancia puesto que se trata de la alimentación que su bebé recibirá y, por lo tanto, no hay tiempo para esperar, sino para actuar.

Para apoyar a una madre que amamanta, debimos haberle garantizado el contacto directo con su bebé desde el primer minuto de vida a través del contacto piel a piel, debimos haberle ayudado a adoptar una buena postura para dar de lactar, debimos haber evitado ofrecerle suplementos durante su estancia en el hospital.

Para poyar a una madre que amamanta, ya en casa, debimos haberle brindado el apoyo necesario para que se pueda dedicar exclusivamente a su bebé los primeros días o hasta que la lactancia se establezca exitosamente.

Para apoyar a una madre que amamanta tendremos que ahorrarnos comentarios, críticas, cuestionamientos que no hacen más que confundirla y hacerla sentir insegura de su rol como madre y, en cambio, tendremos que alentarla y darle ánimos para que no desista ante cualquier adversidad.

En conclusión, para apoyar a una madre que amamanta, no basta con que le digamos que dé de lactar a libre demanda. Necesitamos que ella crea que es posible amamantar con éxito y necesitamos hacerla sentir que cuenta con personas que la apoyarán durante este valioso proceso, incluyendo a la pareja, madre, suegra, amigos, familiares hasta el personal de salud, medios de comunicación y sociedad en general.

 

De esta forma, lograremos apoyar a una madre que amamanta si también le damos soporte, sostén, ayuda, amparo, defensa, auxilio, protección, socorro y aliento en cualquier momento de su vida y colaborando todos por hacerlo posible.

 

Obst. Jennifer Lihim

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