¿CÓMO AGUANTAR LOS DOLORES?

Imagen de Alex Grey - www.alexgrey.com
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Tanto por la página web como por la página de Facebook, invito a que me puedan hacer llegar sus preguntas sobre cualquier tema relacionado al embarazo, parto y lactancia. Y esta es una de las preguntas que me llegó por correo: "¿Cómo aguantar los dolores?"

 

 

Era lo único que decía. No había mayor explicación ni detalles alrededor de la pregunta. Luego envié mi respuesta de acuerdo a todas las recomendaciones que suelo dar como acudir a clases prenatales, aprender a respirar y relajarse y sobretodo, confiar en una misma.

 

Pero estaba segura que si bien podría servir de consejo, no serviría de nada si no se ponía en práctica cuanto antes. Y es que analizando bien la pregunta, había algo que no sonaba bien. A mi parecer, la pregunta venía formulada con resignación a sentir dolor y con sufrimiento. Y el origen de estas percepciones se encontraba en las creencias equivocadas respecto a la experiencia de parto. Probablemente estas creencias fueron instaladas en la mente en algún momento a través de imágenes, videos, rumores, comentarios, vivencias, etc. que hicieron que la experiencia de parto se perciba con tanto temor.

 

Hay algo que debe quedar bien claro: las contracciones llegan a ser muy intensas hacia el final del trabajo de parto. Pero así como sucede esto, también se ponen en marcha, mecanismos fisiológicos que compensan esta sensación “dolorosa” con una sensación de control y por qué no de disfrute, siempre y cuando el cuerpo y mente de la madre lo permitan. Caso contrario todo será un caos y a esta madre no le quedará más que “aguantar el dolor”.

  

Mi recomendación estaba ahí. Acudir a clases prenatales porque es importante conocer y entender cómo funciona el cuerpo durante el embarazo y parto, comprender que el proceso toma su tiempo y saber qué factores externos contribuyen a generar un contexto que pueda favorecer a la madre. La siguiente recomendación tiene que ver con la relajación y respiración, es decir, se necesita mucha concentración para lograrlo. Enfocarse sólo en el momento, en sentir cada contracción, en no resistirse a ellas, en dejar que el cuerpo haga lo suyo. Y por último, la recomendación más importante tiene que ver con ese único factor interno que garantiza que todo lo anterior se cumpla: la confianza de cada mujer en su capacidad de parir. El que ella se sienta segura, preparada, tranquila, confortable, apoyada, empoderada y decidida son los elementos necesarios para lograrlo. 

 

Veamos al parto como una experiencia única e intensa, no como una situación traumatizante. Llamemos a las contracción por su nombre y no lo relacionemos con "dolores", que lo único que hacen es predisponernos a esperar justamente eso, dolor.

 

Necesitamos madres fuertes, seguras y capaces que nos transmitan esa confianza que se necesita para experimentar el parto como un hecho grandioso porque al fin y al cabo lo es: tu bebé va a nacer a través de ti y entonces procura darle el recibimiento que se merece.

 

Obst. Jennifer Lihim

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