QUE NAZCA YA... ¡PERO YA!

Entraste a la semana 39 y ya se acerca tu fecha probable de parto. Esa fecha límite que, algunas veces, se toma como fecha de caducidad. Esa cuenta regresiva en la que mientras surge la ilusión de poder conocer a ese bebé que ha permanecido algo escondido por varios meses, también surge esa ligera tensión, hasta cierto punto normal, por cuándo y cómo se vaya a dar tan esperado evento.

 

 

Entonces llega el siguiente control, que ya viene siendo semanal, en el que el médico te dice, con sincera y clara objetividad, que te quedes tranquila porque todo va bien y puedes seguir esperando. ¡Qué importante y aliviador es escuchar esto! Aunque claro, algunas veces no todo es tan color de rosa, porque por ahí no falta que el peso del bebé esté "un poquito" más arriba del promedio o que la cabeza esté algo grande o, “peor aún” que no esté encajada en la pelvis.

A estos detallitos, podríamos sumarle algunos más, como por ejemplo, los desvelos por las noches, bien sea por las ganas frecuentes por orinar o por no encontrar una posición adecuada para dormir; las contracciones que aparecen, y que luego desaparecen, como si nada hubiese pasado; el cansancio, la hinchazón en pies; y en unos pocos días, el siguiente control en el que podrían sugerirte inducir el trabajo de parto o incluso programar una cesárea.

 

 

Mientras tanto, no podemos dejar de lado, la constante ‘preocupación’ de amigos y familiares haciéndose notar en preguntas como ¿todavía nada? ¿cuánto te falta? ¿cuándo nace?, seguido de una serie de consejos sobre “lo que hay que hacer” para acelerar esta semi-dulce espera.


P.V.

 

 

 

39 semanas y 5 días

 

“Estoy con contracciones súper seguidas pero no tengo nada de dilatación. Entonces me dicen que siga esperando. Pero la verdad es que yo ya quisiera terminar con el embarazo, me siento un poco incómoda con mi cuerpo, es difícil encontrar una posición, no sólo para dormir sino para todo.

 

 

 

40 semanas y 2 días

 

“Te cuento que me programaron una cesárea para mañana. Todos los días camino unas dos o tres horas, estuve haciendo los ejercicios pero el cuello no se dilata todavía y yo ya estoy un poco agotada.

 

 


 

A.C.

 

 

 

40 semanas y 2 días – 9:03 am

 

“Andresito no sale. ¿Mañana tienes tiempo de darte una vuelta por aquí? Hoy saldré en la mañana y regreso en la noche, algo tarde.”

 

 

 

40 semanas y 3 días –  2:27 am 

“Creo que boté el tapón mucoso, perdón la hora, estoy yendo a la clínica.”

 

6:02 am 

“Me quedo en la clínica. Estoy con 3 de dilatación.”

 


 

Dentro de los años en los que vengo trabajando con embarazadas, he escuchado una diversidad de consejos o técnicas, que van desde los que tienen una relación directa o indirecta, aunque con evidencia insuficiente, como caminar o tener relaciones sexuales, por mencionar algunos, hasta los que no guardan ningún tipo de relación y mucho menos pruebas científicas como consumir ciertos tipos de alimentos, entre otros.

 

 

 

Desde mi punto de vista (ahondaré más sobre la evidencia de algunos de estos métodos en un siguiente artículo), considero más importante que la madre encuentre técnicas no tanto para desencadenar el trabajo de parto bajo presión, sino para aprender a mantenerse relajadas en este último periodo. Algo que sí está demostrado es que el cuerpo (y mente), en condiciones óptimas, fisiológicas y sin estrés, va a funcionar como esa maquinaria perfecta que sabe cómo, cuándo y dónde llevar a cabo todos su procesos naturales.

 

 

 

Así que si llegaste a tu semana 39 y estás casi con un últimatum al frente, respira un momento y date cuenta si vas a favor o en contra del tiempo. Camina, si te provoca hacerlo, y mejor aun si disfrutas tu caminata. Ten relaciones sexuales si estás cómoda, y mejor aun, si al conversarlo con tu pareja, logran hacerlo en un contexto de respeto y comunicación. Come lo que te provoque y descansa cuando lo necesites. No camines kilómetros, ni hagas nada que no desees sólo para conseguir algo a la fuerza. Tu bebé está por llegar. Hazle saber que su mundo, que por el momento sigues siendo tú, está más que listo y feliz para su llegada. El momento llegará de todas maneras, el estado en el que lo recibas es lo que ahora cuenta.

 

OBST. JENNIFER LIHIM

Embarazo, parto y posparto

Clases prenatales

Yoga pre y posnatal

 

Escribir comentario

Comentarios: 0