TIEMPO CUMPLIDO

Ya vas más de 40 semanas y el trabajo de parto no ha empezado. Si es tu caso y quieres saber qué más puedes hacer para que tu bebé nazca YA, entonces este no es un post para ti. Si, por el contrario, has probado de todo (desde lo que dice Google hasta lo que dice la ciencia) y simplemente estás a punto de rendirte, entonces sigue leyendo.

 

Los mecanismos por los cuales se desencadena el trabajo de parto son muy diversos y todavía no hay algo certero y concluyente al respecto. ¿Quién lo desencadena? ¿La madre, el bebé, los dos? Es muy probable que ambos, sin embargo, nada es concluyente.  Prim Care Update Ob Gyns. 2000 Sep 1;7(5):197-199

Seguramente un bebé a sus 40, 41 o 42 semanas esté todavía bien cómodo dentro del vientre de su mamá. No sucede lo mismo desde el otro lado de la ecuación. El peso, el sueño nocturno interrumpido y las molestias propias de estas últimas semanas, principalmente en pelvis y espalda baja, conllevan a una situación de querer que el embarazo termine ya.

Cuando ya se han cumplido 40 semanas, muchas veces la madre pone en marcha todos los tips, consejos, recomendaciones, oraciones y hechizos de todo tipo para que las contracciones lleguen y así pueda tener ese parto natural que tanto soñó, esperó y planificó.

 

 

...Caminatas de algunos kilómetros cada día, hacer alguna postura o ejercicio para ayudar a que el bebé encaje y, si se cuenta con una pelota, pasar más tiempo sentada sobre ella.

 

 

Hasta que llega la semana 41 y las palabras ‘inducción o cesárea’ van empezando a cobrar vida. Y, si la chance es a esperar unos días más, el esfuerzo (y de alguna manera, la tensión) también se incrementa. 

 

 

...En este punto las caminatas han aumentado en frecuencia y distancia, se prueban nuevas posturas o ejercicios (el cansancio pasa a otro plano), y la pelota ya casi se usa hasta para dormir. Se toman en cuenta también la alternativas naturales como aceites esenciales, infusiones, alimentos. La parte médica no se queda atrás con tal o cual maniobra...

 

 

 

‹Te cuento que todavía nada. El lunes me van a inducir si no sale entre hoy y mañana porque ya tendría 41 semanas + 5 días. Me han hecho 2 veces la maniobra de… pero nada. He hecho de todo para que salga y nada! Ya me rendí.›

A.R, 41 semanas

 

 

 

‹Fui al hospital y me volvieron a mi casa. Ahora me han dado estas recetas. Voy a hacer el primer té, la opción 2 y los masajes porque me dieron el aceite. El último cóctel me han dicho que me lo dan si llego al viernes. (…) jaja increíble, que tengo que tener la santa paciencia y ponerme a hacer brebajes como bruja.›

A.A, 41 semanas

 

 

¡Y TODAVÍA NADA!

 

 

¿Habrá algo más que hacer?

Seguro que sí.

 

 

¿Deberías hacer algo más?

Depende de ti. Cuando me han preguntado, mi respuesta siempre ha sido: ya no hagas nada.

 

 

¿Está mal rendirse?

Claro que no.

 

 

 

¿Este post es una invitación a rendirte?

NO. El nacimiento de un bebé es una de las experiencias más importante en la vida de los padres. El paso de la vida intrauterina a la extrauterina es también uno de los primeros retos más complejos para el bebé. Y transitarlo con el mejor estado emocional y mental cuenta mucho. Pregúntate si al correr una maratón, vale más el acto de conseguir una medalla o tener la seguridad plena e irrefutable de que diste lo mejor de ti y que seguramente lo seguirás haciendo. Todo el camino cuenta. Desde el día que te enteraste que serías mamá y, algunas veces mucho antes, lo estuviste haciendo. Pues ese esfuerzo también se reconoce. 

Si llegaste a la semana 40, agrega estas recomendaciones a tu lista de opciones:

 

 

  • Si escuchaste o leíste algo, asegúrate que provenga de una fuente confiable.

  • Desapégate del resultado. El apego a un resultado específico genera mucho estrés y frustración cuando no se logra. Por otro lado, descartas el resto de posibilidades que te pueden llevar al mismo destino.

  • Suelta expectativas. No sabemos si aquello que imaginamos como ideal será realmente así. Busca conectar con el momento presente para disfrutar de lo que tienes hoy y no vivir en un futuro que no conoces.

  • Date tiempo para ti. Haz algo que te guste y que te permita desconectar, un momento durante el día, de toda esta presión a la que estás expuesta.

  • Suelta el control, al menos por un día. Permite que las cosas se den por sí solas. Observa qué es lo que pasa y cómo vas fluyendo con la vida.

  • Reconoce tu esfuerzo. ERES LA MEJOR MAMÁ DEL MUNDO.

 

 

Jennifer Lihim

 

Obstetra

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