"En febrero del 2017 decidí que quería ser mamá. Siempre había querido ser mamá, así que dije: al toro por las astas, voy a ser mamá sola".
Así inicia el camino de Carolina hacia su maternidad. Con la decisión tomada se fue a una clínica de fertilidad y en ese instante se puso todo en marcha. Sus primeros intentos fueron a través de la fecundación in vitro pero no funcionaron. La idea era recolectar varios ovocitos, pero tras dos intentos de estimulación ovárica, el resultado no fue el esperado.
"Nunca tuve más de 4 óvulos por más hormonas que me pusieron, tratamos de extraer dos veces, una vez no salió nada, y la otra vez estaba malo".
Un tiempo después, en setiembre, acudió a una nueva cita y, al examen ecográfico, se pudo visualizar una mayor cantidad de folículos en los ovarios, comparado con los meses anteriores. Su doctor le dijo que era una buena oportunidad para iniciar el tratamiento una vez más pero ella prefirió no hacerlo.
"No, ya fue. Hagamos inseminación.
Doce días después, me había inseminado. Y la verdad es que no tenía mucha esperanza. O sea no pensé que quedaría embarazada, nada.
Cuando llegó el día de hacerse la prueba de embarazo, Carolina tenía síntomas que bien podían confundirse con la llegada de la regla. Tres días después se hizo la prueba: estaba embarazada.
"No lo podía creer. Era como: no entiendo, la primera inseminación y ¡¿ya estoy embarazada?!"
En unos días más tuvo una nueva cita.
Todo estaba bien.
"Me pasé la semana pensando: estoy embarazada, ¡increíble!, ¿qué es esto?, ¡wow, qué loco, súper rápido!, voy a ser mamá…"
Aproximadamente en la semana 8 acudió a una nueva cita para escuchar los latidos fetales. Días antes había presentado un sangrando pero el doctor la tranquilizó al poder tratarse de un sangrado por implantación, que podía darse y estar dentro de lo normal.
No hay latidos -le dijo su médico tras la revisión.- ¿Te hacemos un legrado? ¿Prefieres esperar…? -agregó, con algo de crudeza.
"Yo estaba un poco como en shock pero también no estaba tan preparada para estar embarazada. Sí quería estar embarazada pero no sé, la noticia me parecía increíble, o sea no-creíble. Me hicieron un legrado, no me voy a olvidar, el 31 de octubre...
Cuando Carolina atravesó aquella pérdida, contó con el apoyo de su familia y de las pocas amigas a quienes le había contado todo. Solo lo sabían pocas personas pero estaba decidida y con ganas de avanzar para volver a intentarlo.
Fue así que tuvo tres intentos más de inseminación artificial y fue en este último intento en el que quedó embarazada. Todo fue muy bien. Y hace unos meses nació su segundo bebé.
¿QUÉ SIGNIFICADO TIENE LA MATERNIDAD PARA TI?
"Es fácilmente la cosa más increíble que he hecho en mi vida. De lejos. Para mí simplemente es lo mejor que he hecho en mi vida. Va a sonar algo súper egoísta pero es como una reinvención mía. Olvídate de los hijos. Es como que yo me he convertido en otra cosa. Bueno me he convertido en mamá, ¿no? Entonces es esta sensación de una nueva persona que hoy en día tiene dos hijos, que son una extensión de mí, que dependen de mí, que son mi responsabilidad, y eso me genera un montón de emociones y aprendizajes increíbles. Inclusive cómo miro el mundo, quiero ser mejor persona, quiero que el mundo sea mejor.
No es que antes no. Es un poco injusto para mi yo-no-madre lo que te estoy diciendo porque antes también lo era, pero no sé, esta nueva Carolina es increíble para mí.
Carolina F.
Edición: Jennifer Lihim
Escribir comentario