MaternidadEs4: VIC

Vic. Mamá por primera vez en el 2012. Con 22 y 25 años llegó el embarazo sin ningún problema. Tres años después, con la búsqueda del siguiente bebé, iniciaría este camino largo y tan difícil. Pero no hay camino imposible si existe la plena determinación de llegar al destino.


Año 2015. “El mismo mes de búsqueda quedé embarazada. Pero la ilusión se rompió al mes siguiente. Aborto. La verdad que fue un golpe durísimo. Me costó mucho salir del pozo. Creo que la fuerza me la dio mi hijo.

En abril (2016) volví a quedar. Pero lo perdí.

Acá empezaron los estudios, simples, ya que mi ginecólogo no era especialista. Todo salió bien. Así que visitamos un andrólogo. Una pequeña varicocele, pero que no era causa. Igualmente en agosto se operó más que nada por su salud futura. 

En el 2017 visitamos por primera vez médicos de fertilidad.

Nos recomendaron iniciar con inseminaciones.  Los estudios salían bien.

 

En junio hicimos la primera. Negativo.

En julio la segunda. Positiva. Pero con final infeliz.

 

Volvimos a tomar un respiro. Y en febrero del 2018 conocimos a la doctora más genial del mundo. Tras muchos estudios de todo tipo y sin encontrar nada, pero con 4 abortos de antecedentes, nos envió a fertilización in vitro (FIV) con estudios genéticos en los embriones.


Obtuvimos en mayo 10 embriones. Pero la ley no ampara el estudio genético. Por lo cual había que pagarlo. Para 10 era imposible. Así que empezamos con 3. Dos sanos y uno no viable.

 

En julio fue la primera transferencia. Lo peor fue tener que elegir cuál de los dos, ya que sabíamos el sexo.

Transferimos pero negativo.

Agosto transferimos y negativo también. Pedí hacerme un estudio de endometrio. Todo normal.

La doctora nos dijo que no veía necesario hacer nuevamente estudios genéticos. Eran buenos embriones.  

El 1 de marzo entré a quirófano para la sexta transferencia.

Mire a la bióloga y le dije que esta era la última vez que entraba.

Días previos me visualicé mucho.

Miré muchas fotos de mi embarazo anterior y me dije: si una vez pude, voy a poder.

 

Y el 9 de marzo me hice un test el cual dio positivo.

Prendió un solo embrión.

Pero prendió.

Y hoy ella tiene 21 meses.

 

En el medio sufrí mucho.

La pasé mal.

Es doloroso física y emocionalmente.

Pero luché".

 

Después de 4 abortos, 2 inseminaciones y 5 transferencias negativas, podría parecer difícil entender el por qué seguir pero Vic tuvo dos razones importantes: el deseo de volver a ser mamá y el poder darle un hermano(a) a su hijo y no dejarlo solo.

 

¿Pensaste en rendirte alguna vez?

"No. Me caí muchas veces pero sabía que iba a buscarle la vuelta.

Paralelamente a los tratamientos habíamos empezado el proceso de adopción. En Argentina es largo y muy burocrático. Y si mis últimos dos embriones no prendían, estaba segura de no exponer más a mi cuerpo, así que recurriría a la ovodonación".

 

 

¿Qué significado tiene la maternidad para ti?

Vic

IG: @eldiariodevic

 

 

 

Edición: Jennifer Lihim