MaternidadEs6: CAMILA

Me he sentado un instante y lo he notado.

Ya no es posible confundir esos movimientos.  Ya no hay duda.

Y me he puesto a pensar en todo lo que está ocurriendo.

 

Mientras respiro, cientos de células se están multiplicando bajo las órdenes de algo de lo que no soy consciente.

 

Un movimiento más.

Y el recuerdo de todas las veces que escuché esta misma pregunta:  ¿ya sientes sus movimientos?

Me detengo un instante para entrar en contacto con ese ser en movimiento, la voz en mi cabeza le dedica estas palabras:

"Pues sí, yo soy tu mamá, y desde ahora y mucho antes quiero lo mejor para ti, aunque esto signifique un ensayo-error todo el tiempo. Debo ser clara y honesta, la vida puede ser hermosa si aceptas todos sus matices. Y sí, poniéndole un toque de emotividad, también deseo que seas feliz, pero por sobre este deseo, me esforzaré sin medida para que, cuando haya alguno de esos días grises, tengas la paciencia, sabiduría y coraje para salir de él."

Un movimiento más, un movimiento lleno de vida, con el que parece aceptar los términos y condiciones. Me abrocho el cinturón y me agarro fuerte. El vagón de esta montaña rusa apenas si ha empezado a moverse. La había visto siempre, tan grande, tan imponente. Había dicho siempre que quería subirme a ella. Hasta que me tocó el turno de subir. En ese momento sentí tanto miedo como ahora. Pero curiosamente, es ese tipo de temor que no paraliza, sino que por el contrario, invita a la acción.

Entonces de esto se trata".



Camila C.

 

 

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